Mitos
- Padecer constipación es distinto a padecer estreñimiento.
Falso, ambos términos se refieren al mismo padecimiento, no existe ninguna diferencia entre uno y otro. - Es necesario evacuar todos los días, porque si no lo hacemos “no se limpia bien el organismo”
No hay ningún beneficio conocido de evacuar el intestino con mucha frecuencia. Se considera normal que la persona evacúe su intestino una vez cada tres días. - La constipación crónica produce en el cuerpo sustancias perjudiciales para la salud.
Esto no es así, solo en algunos pacientes con enfermedades crónicas y avanzadas del hígado (por ejemplo cirrosis) se sugiere tener una evacuación diaria. - Las personas constipadas tienen más riesgo que las demás de tener cáncer de colon.
La constipación no tiene consecuencias graves para la salud. Las personas constipadas no tienen más riesgo que los demás de tener cáncer de colon. - El fumar ayuda a mover el intestino:
Falso, en realidad el fumar favorece la constipación.
Verdades para recordar:
- La constipación consiste en una baja frecuencia de deposiciones (menos de 3 veces por semana) o en una dificultad para evacuar.
- En una evacuación normal no se siente dolor, ni se necesita realizar esfuerzo excesivo y la sensación de vaciamiento es completa.
- La constipación no es una enfermedad sino un síntoma, suele deberse a un problema de cómo funciona el intestino. Se relaciona generalmente con el mal funcionamiento del intestino grueso, recto o el ano.
- Las causas más frecuentes de constipación son: una dieta inadecuada pobre en fibras y poca ingesta de líquidos), falta de ejercicio físico, inmovilidad o sedentarismo, malos hábitos de evacuación y en algunos casos factores psíquicos o emocionales.
- Se puede sufrir ocasionalmente cuando se producen cambios de hábitos de vida abruptos, como viajes, variación en la de dieta, impedimentos físicos (como inmovilidad por enfermedades) o toma de algunos medicamentos.
- Si con las medidas higiénico dietéticas no mejoran el cuadro de constipación se debe consultar con el médico y/o farmacéutico para que indiquen el laxante más adecuado para cada organismo.
- Se debe consultar al médico si: aparece de forma brusca, se prolonga durante unas semanas aunque se cambien las medidas higiénico dietéticas, tiene dolores de vientre severos, está perdiendo peso sin tratar o la materia fecal contiene sangre.