La falta de actividad física es uno de los factores de riesgo de la constipación y más aún si se permanece sentado durante mucho tiempo sin interrupción, como puede ocurrir en un trabajo sedentario.
Realizar actividad física es muy importante para prevenir la constipación. La actividad muscular, especialmente en la zona del abdomen, ayuda a activar los movimientos peristálticos, favoreciendo tránsito intestinal.
Los ejercicios como caminar, nadar, andar en bicicleta, hacer yoga o pilates y trotar estimulan las contracciones intestinales y ayudan a prevenir la constipación.
Se recomienda realizarlos de forma regular, de 30 a 60 minutos al día y con un buen ritmo.
Hábitos que se pueden modificar:
Si no es posible realizar algún deporte o actividad física regularmente, modificar algunos hábitos diarios puede ayudar a favorecer el tránsito intestinal:
• Subir y bajar por las escaleras.
• Cuando las distancias lo permiten, es preferible caminar a ir en auto.
• Bajar una parada antes del colectivo o una estación antes del subte y caminar hasta el destino.
• Realizar algunos ejercicios sencillos en tu casa.