La primera intervención para tratar la constipación es la de observar nuestros hábitos de vida y cambiar aquellos que favorecen la constipación con la incorporación de medidas higiénico dietéticas adecuadas para un normal funcionamiento de nuestro intestino.
Mejorá tu dieta
Incorporá más fibras a tu dieta:
La fibra ayuda a la formación de masa fecal de consistencia suave y voluminosa. Se encuentra en muchas verduras, frutas y granos. Procurá agregar fibras a tu dieta de forma gradual, para que el organismo se acostumbre lentamente. Limitá los alimentos que contienen poca o nada de fibras tales como pizza, helados, queso, carne, snacks como papas fritas y alimentos procesados tales como puré de papas instantáneos o alimentos congelados preparados.
Aumentá la toma de líquidos:
La poca ingesta de líquidos puede causar constipación. Tomá agua y otros líquidos como jugos de fruta sin azúcar, bebidas no calóricas y caldos. Se recomienda una ingesta entre 1.5 y 2.5 litros por día.
Tratá de no beber líquidos con cafeína o alcohol, ambos tienden a incrementar la constipación. Reducí (o evitá) el consumo diario de alcohol.
Si querés saber más sobre hábitos alimenticios en la constipación visitá nuestra sección NUTRICIÓN Y DIETA
Hacé actividad física
Incrementá el ejercicio físico habitual.
Se recomienda hacer ejercicio físico diariamente (30 minutos o más todos los días), nos es necesario realizar una actividad muy intensa, se aconseja realizar aquellos ejercicios que tonifiquen la musculatura abdominal como: caminar, practicar pilates, andar en bicicleta, nadar, bailar, etc.
Si querés saber más sobre qué ejercicios realizar para prevenir la constipación visitá nuestra sección EJERCICIOS
Escuchá a tu organismo
Medidas generales.
- Asegurate de ir al baño cuando sientas la necesidad: prestale atención a las señales de tu organismo, o sea no relegues la necesidad de mover el intestino en el momento en que está presente. No reprimas las ganas, porque inhibe el reflejo evacuatorio.
- Adoptá un horario definido para poder ir al baño: el horario ideal es después del desayuno o luego del almuerzo, pero si usualmente realizás la evacuación intestinal a determinada hora del día andá al baño a la misma hora.
- Tomate tu tiempo, leer un libro o revista te puede ayudar a relajarte. Si no podés evacuar a los 10 minutos de estar en el baño, levantate y volvé la próxima vez que sientas necesidad. Además el baño debe ser un lugar privado, limpio, cómodo y cálido.